sábado, enero 13, 2007

historia marina

Todo era normal. Se había levantado tarde, como siempre, pero cuando la vio, sentada en el banco de al lado -porque no había otro-, le llamó poderosamente la atención. Quizás le llamaba más la atención darse cuenta, en una fracción de segundo, de que la había visto durante dos meses, todos los días, y no había reparado en ella. Temió ser descubierta cuando su compañera, sin levantar la vista de las hojas, le dijo: -"¿Por qué me mirás tanto, Marina?"

Ella negó esa suposición certera, defendiendo su discurso con argumentos poco creíbles. Y jamás le contó a nadie de ese amor de su imaginación, que forzosamente terminó con las vacaciones de diciembre.