miércoles, noviembre 07, 2007

Kate

Mr Thomas K. Lawrence, importante académico, economista y escritor inglés, ha muerto -aún joven- en 1999. Algunas de sus memorias, que él mismo clasificaba por temas y se encargaba de traducir a diversas lenguas, han sido encontradas entre sus papeles y publicadas recientemente. Mr Lawrence no ponía fechas a sus escritos, pero por la caligrafía y el color de la tinta es facil notar que solía escribir en distintos días, meses e inclusive podía retomar la redacción años más tarde.
A continuación transcribimos textuales algunos pasajes de la carpeta "Kate", que no han quedado seleccionados por las editoriales:


"Me atormenta un poco su pasado en Norteamérica. Esos infantiles aires de revolución, como toda revolución, esos jóvenes con sus pelos largos, drogados todo el día.
Kate había abandonado sus estudios en Brighton para irse con un americano, que la convenció luego de hacerle un lavaje de cerebro y eso que ellos llaman música. Se la llevó a un festival donde los muchachos se tiraban al pasto y fumaban hierbas por varios días, según me enteré más tarde. Kate estudiaba Leyes pero nunca fue una gran alumna. En ese momento faltaban sólo dos años para la graduación, y entonces el americano. Kate vivió una temporada en Los Angeles y luego unos años en New York, sin un hogar fijo (...). También me enteré de que se hacían fiestas con drogas y marihuana, y eso que ellos llaman música, e incluso tienen sexo con desconocidos, hombres o mujeres. Para el verano, ella dejó de llamar a sus padres. Hasta que tiempo más tarde, su padre, Mr Hewman, logró localizarla y la trajo de regreso (...).

Kate y yo nos conocíamos en la Brighton’s Elementary School (...), en Brighton. Luego su familia vivió algunos años en Lewes, que es una pequeña ciudad en el condado. Entonces ella hizo Lewes High School y yo estudié en Brighton Economy School, cuyo programa sobre Economía era el mejor de las escuelas medias locales. Al terminar la escuela, los Hewman volvieron al pueblo y su padre, Mr Hewman, que había trabajado con mi padre en el viejo Brighton Bank (especialmente durante la guerra) conocía nuestra posición y nombre, y habló con mi padre por que fuera yo quien se casara con Kate (...).
Al principio todo marchaba, pero luego comenzó a desanimarse y a insistirle a Mr Hewman para irse a estudiar arte a Londres, sola. Prometió continuar sus estudios de Leyes, y aunque Mr Hewman me dijo que no se lo permitiría, le respondió a Kate que pensaría al respecto. Kate era tan ingenua… (...) Hasta la llegada del grupo de americanos, que se presentaron como estudiantes de arte (arte, el arte no se estudia). En realidad los conocimos en nuestras vacaciones en la costa de Seaford. Nos contaban lo maravilloso que eran los museos de New York, y lo libre de la sociedad americana. ¿Es que no hay libertad en Inglaterra? (...) Kate se encontraba maravillada con ese grupo de muchachos con mal aspecto, que sólo querían viajar y tocar las guitarras y fumaban. Y una mañana, me desperté y ví su nota en la sala. Kate se había ido con ellos, que le lavaron el cerebro y la convencieron de desobedecer a su padre, Mr Hewman, irse con ellos (...). Kate era tan ingenua…

Durante la fuga, al principio, ella escribía frecuentemente pero sin remitente, solo diciendo dónde estaba o en qué ciudad, y que a su regreso todo sería como antes, y retomaría sus estudios de Leyes, aunque no parecía hablar de regreso. Sin embargo no voy a escribir otras cosas que he sabido, solo que cuando Mr Hewman logró localizarla la trajo de regreso a Brighton. Mr Hewman me dijo antes de traerla que sabía dónde estaba y que la traería para terminar con el circo americano (Kate es tan ingenua…) (...) y unos años más tarde, de regreso en Brighton, nos encontramos en su casa. Ella me había contactado pero yo estaba aún en Londres, en London Economy College y no quería desconcentrarme, y cuando iba a Brighton ella no se enteró. Estaba aún más delgada, tenía el cabello más largo y estaba ganando el acento. Me contó con detalles que no voy a repetir- su travesía, porque yo quería saber, porque yo necesitaba saber, de sus reuniones con muchachos desconocidos y otras chicas, y de la marihuana, que ellos consumían como agua (...). Me dijo que estuvo internada dos veces en California pero que quería ordenar, volver a su vida y a su casa, y luego de meses ella dijo que nos casamos si yo quería.


Me atormentaba un poco su pasado en Norteamérica.
Aún así, en el verano de 1973 nos casamos en Londres y ella no terminó su estudio pero yo trabajaba en el Gobierno. Hoy vivimos en un chalet en las afueras de Maidstone, Kent, tenemos dos muchachos y ella está comprando los regalos por Navidad con sus amigas. Yo tengo casi veinte años de servicio a la Corona y termino de escribir estas líneas, mientras doblo el papel y pego con cuidado; enciendo y respiro en mi jardín."