martes, abril 15, 2008

La Bestia

Esto lo escribí en abril y quedó en borrador. Lo encontré recién -diciembre- y me encantó, lo compartimos:

LA BESTIA


La bestia siempre tiene olor a transpiración. La bestia tiene mal aliento, y es facil notarlo porque jamás se tapa la boca para bostezar (actividad que viene acompañada por la emisión de un ruido característico). La bestia puede, sin problema, usar varias veces el mismo escarbadientes. Para la bestia es normal quitarse cera de los oídos con el dedo índice, las pocas veces que lo hace. La bestia tiene un tatuaje en su brazo, hecho con tinta china y un poco borroneado (casi ilegible), que dice "la vieja". La bestia hace bolitas con los mocos y si no tiene la boca ocupada, se los come. La bestia tiene tierrita acumulada en las uñas que debería cortarse.

La bestia nada sabe de arte. La bestia no recuerda haber ido al teatro alguna vez. La bestia no conoce la diferencia entre la prosa y la poesía (la bestia no sabe lo que es la prosa; y lo que es la poesía, tampoco), ni conoce la diferencia entre "haber" y "a ver". Lo único que lée la bestia es el gusto del helado que pide en la heladería, pero cada vez menos porque ya sabe qué va a ordenar con antelación, así que, en realidad, no lée ni siquiera eso. Para la bestia, los verbos en infinitivo son los que no terminan nunca. La única música que escucha la bestia es el canto de la barra brava de Boca, domingo por medio, en La Bombonera. La bestia, claro está, desafina como el mejor.


Pero toda la gente del mundo puede confiar en la bestia, porque la bestia es la persona más buena y noble del universo. Y para sus amigos, eso vale mucho más que tirarse un pedo en cualquier mesa de señoras.